El minimalismo es una tendencia que sigue y seguirá estando siempre en la palestra. Se trata de una corriente que comenzó hace ya algunos años con el uso en interiorismo del hormigón, el vidrio y el acero como símbolo de la modernidad europea, en contraste con épocas anteriores, en las que predominaban decoraciones mucho más elaboradas y, en cierto modo, presuntuosas. El minimalismo es todo lo contrario. Supone la apuesta por la sencillez y la ausencia de ornamentos innecesarios. Y es un estilo que, como todos, tiene sus ventajas. Repasemos algunas de ellas:
Más libertad
Resulta muy tentadora la sensación de libertad que produce saber que las pertenencias se pueden recoger en un visto y no visto y ser instaladas en otro sitio cuando las circunstancias así lo requieran, especialmente a la hora de hacer una mudanza, que obviamente será mucho más sencilla en el caso de un hogar que apueste por este estilo decorativo.
Ideal en espacios pequeños
El estilo minimalista es muy práctico en casas que, por su reducido tamaño, tienen menos capacidad de integrar muebles y artículos de decoración sin que el espacio quede recargado hasta el punto de resultar agobiante. Ya se sabe: muchas veces… menos es más.
Más sostenible
El minimalismo también gana popularidad entre aquellas personas que buscan reducir su huella ecológica, muchas de las cuales eligen vivir en espacios más pequeños, usando menos materiales que, a su vez, resulten más sostenibles, ecológicos y saludables. Y esta tendencia contribuye a ello.
Menos polvo, menos estrés
En la época actual, en la que la gran mayoría de las personas vivimos un ritmo frenético y estamos ocupadas la mayor parte del día, es innegable que el minimalismo puede ser toda una bendición, ya que significa que habrá mucho menos que limpiar cada semana. La presencia de menos elementos equivale a menos polvo y, por lo tanto, a más facilidad para mantener el hogar limpio y reluciente, siempre preparado para una celebración improvisada o una visita inesperada. Con las superficies limpias y las cosas guardadas en su sitio, aquellos que han tenido un día estresante tendrán una cosa menos de qué preocuparse.
Todo más fácil de encontrar
Tan evidente como cierto. Cuantas menos cosas hay a la vista, más fácil es encontrar cualquiera cosa la busquemos, con el consiguiente ahorro de tiempo. Eso sí, siempre que esto no signifique apelotonar objetos en cajones y armarios sin ton ni son. El minimalismo también debe aplicarse, en la medida de lo posible, al interior de los muebles de almacenaje.
Los que entran por los que salen
Una regla a seguir en el minimalismo es que por cada artículo que entra en la casa, uno tiene que irse. No hay lugar para la melancolía o para el “por si acaso”. Esto no significa que los elementos que se vayan tengan que ir necesariamente a la basura. Hoy en día hay numerosas plataformas para venderlos a otros particulares (y así sacarnos un dinero extra), así como organizaciones sin ánimo de lucro que estarán encantadas de recibirlos, o simplemente amigos o familiares que podrían estar interesados en ellas y a buen seguro nos lo agradecerán.
Me encantan los muebles minimalistas, este estilo es muy apropiado por la paz y tranquilidad que transmite.
Muy interesante tu artículo. La funcionalidad de los muebles minimalistas unido al buen gusto por el diseño aporta a las estancias un toque de personalidad y sensación de amplitud.
Excelente artículo sobre la decoración minimalista, sin duda tiene muchas ventajas. Me gusta mucho este estilo, un saludo.