El dormitorio es el lugar destinado a recargar fuerzas después de un largo día de actividades. A diferencia de otras áreas de la casa que normalmente destacan por su el ajetreo y la actividad, el dormitorio es un espacio en el que debe imperar la calma. Te presentamos algunas ideas decorativas y consejos a tener en cuenta si quieres que tu dormitorio sea un lugar tranquilo.
Limpieza
No por obvio deja de ser importante. Es muy complicado relajarse en una habitación llena de polvo. La suciedad no solo hace que una habitación parezca abandonada, sino que también supone un evidente riesgo para la salud. Ten en cuenta que en el dormitorio pasamos muchas horas, por lo que no basta con barrer o aspirar el polvo del suelo de vez en cuando. Para limpiar bien a fondo, debes cambiar las sábanas al menos una vez a la semana y lavar periódicamente todos los textiles de la estancia (fundas de cojines decorativos, alfombras, cortinas, etc.).
Luz suave
Las bombillas brillantes no son ni mucho menos la mejor opción para iluminar un dormitorio. Lo ideal es contar con un tipo de luz más o menos fuerte, pero apacible, para hacer tareas o moverte con comodidad y, por otra parte, con una suave luz de ambiente que invite a la relajación, pensada para acompañarnos en los momentos previos a irnos a dormir. Este aspecto es fundamental a la hora de crear sensación de confort en la habitación. Si te gusta leer un poco antes de dormir y la escasez de luz te cansa la vista, contempla la posibilidad de comprar una lámpara de noche con intensidad y/o cabezal regulable para ofrecerte una mejor experiencia de lectura.
Colores suaves en las paredes
El relax también se fomenta a través de los colores. Opta por tonalidades suaves, que además de transmitir una mayor sensación de espacio, darán al cuarto un ambiente más acogedor. Existen muchas opciones, si bien los tonos azul, gris y verde son casi siempre apuestas seguras. Si los colores lisos te resultan aburridos o monótonos, siempre puedes buscar contrastes mediante sábanas o cojines estampados para dotar a la estancia de un mayor atractivo y riqueza visual.
Invierte en una buena cama
La cama es, por motivos obvios, el principal elemento del dormitorio, por lo que una realmente cómoda que te proporcione un merecido y necesario descanso es una de las mejores inversiones que puedes hacer hoy en día. El tipo de colchón puede marcar la diferencia entre un descanso completamente reparador y una noche de vueltas y más vueltas intentando encontrar la posición para coger el sueño. Un buen colchón cobra aún más importancia si sufres molestias en la espalda o en las articulaciones. Una vez elegida la cama, cúbrela con una manta cálida, sábanas suaves y ponle la guinda perfecta con almohadas decorativas.
Alguna que otra planta…
Colocar una o dos plantas en la habitación ayudará a aumentar su nivel de oxígeno y refrescar el aire. Una buena idea puede ser poner una planta grande en una esquina y otra más pequeña en la mesita de noche o en la cómoda para brindar una sensación de tranquilidad a todo el espacio. La maranta, el cactus, el bambú de la suerte o el celimán son algunas de las mejores opciones en plantas de interior.
Orden y organización
No hay nada más frustrante que contar con poco espacio para moverse por la habitación debido a pilas de ropa en el suelo u otros artículos que no han sido colocados en los lugares a los que pertenecen (armario, cesto de la ropa sucia, etc.). A la hora de ordenar tu habitación, comienza por hacer la cama, ya que así dispondrás de una superficie grande y lisa para apoyar inicialmente las cosas que estés organizando. Recuerda que ordenar no solo significa recoger objetos en el piso, sino también hacer un balance de lo que se tiene actualmente en la estancia y sacar o eliminar todo aquello que no contribuye a conseguir un ambiente relajante. Además, con la eliminación de los objetos innecesarios, ganarás un espacio muy valioso que a buen seguro agradecerás.