Los puffs son, sin duda, uno de los muebles auxiliares más originales en el campo de la decoración de interiores. No en vano, estos atractivos complementos son capaces de combinar a la perfección funcionalidad y diseño en diferentes estancias de la casa a través de una infinita gama de tamaños, estilos, texturas y colores.
Además de la amplia variedad de opciones que nos ofrecen estos accesorios tanto a nivel práctico como decorativo, los puffs suelen ser bastante baratos. Por norma general, los puffs resultan económicos y asequibles para todos los bolsillos, a excepción de los conocidos como puffs de diseño, cuyos precios lógicamente suben de forma ostensible.
En cualquier caso, los puffs pueden adaptarse a todo tipo de estilos y ambientes. Existen puffs modernos, clásicos, rústicos y minimalistas, así como puffs vintage con originales estampados de carácter «retro», muy de moda últimamente, como todo lo relacionado con este estilo. No obstante, el principal reclamo de estos muebles reside en su riqueza de formas. Dependiendo del gusto de cada uno, podemos elegir entre puffs de pera, puffs cuadrados, rectangulares, circulares… Para la elección de una forma u otra, así como del color del mismo, deberemos tener en muy cuenta las características de la estancia en la que queramos instarlo con el objetivo de mantener la personalidad decorativa del ambiente.
Asimismo, los puffs cumplen mil y una funciones dentro del hogar. Un puff puede servir como asiento, mesa auxiliar, banqueta a pie de cama o taburete para apoyar los pies mientras vemos la televisión, leemos un libro o dormimos una siesta en el sillón. También hay originales puffs de cama desplegables, de gran ayuda a en caso de recibir una visita inesperada, o los denominados puffs sofá, que han resurgido con más fuerza que nunca, especialmente en casas modernas y juveniles. Su interior suele estar relleno de materiales mullidos, blandos y flexibles como el algodón o incluso paja natural. Y tampoco podemos olvidarnos de los puffs baúl, diseñados para desmontar su tapa superior y almacenar en su interior todo tipo de objetos, a modo de arcón.
Por otra parte, sus acabados también deparan una gran cantidad de opciones. Podemos encontrar, por ejemplo, puffs forrados en ratán, tela, lienzo o polipiel, entre otros muchos materiales. Esto permite que en la mayoría de los casos la limpieza de los puffs resulte bastante fácil. En condiciones normales, bastará con pasar un trapo un poco húmedo por la superficie del mueble para eliminar el polvo acumulado o posibles manchas.
Así que ya sabes, no hace falta gastar mucho dinero para disfrutar de la funcionalidad, estilo, decoración y comodidad de la mano de un buen puff.