Hacer los agujeros para colgar un cuadro y que este quede bien no siempre es fácil, sobre todo para las personas no especialmente aficionadas al bricolaje. Para empezar, se necesitan unas cuantas cosas: taladrado, alcayatas, anclajes (si el cuadro no los lleva), lápiz, martillo, metro… Por no hablar de que a veces no es deseable o directamente no está permitido agujerear la pared como si fuera un queso, sobre todo si se trata de un piso de alquiler, o preferimos evitar ‘destrozar’ determinadas superficies, como los azulejos del cuarto de baño.
Por ello, está bien tener en cuenta algunas alternativas para colgar cuadros decorativos sin hacer agujeros en la pared. Repasamos algunas de ellas:
Sobre un mueble
Más fácil imposible. Colocar el cuadro sobre un mueble (una consola, una cómoda, un aparador, etc.) y apoyado ligeramente en la pared es sin duda la opción más rápida y sencilla. Además, consigue dar al ambiente un toque informal que puede resultar muy atractivo. Eso sí, ten en cuenta las dimensiones del cuadro en relación a las del mueble auxiliar con el fin de lograr un resultado armónico y estéticamente equilibrado.
Estanterías con baldas grandes o hechas a medida
Otra de las maneras más ‘limpias’ de lucir un cuadro es integrarlo en una estantería. Para ello, esta debe tener una distancia considerable entre baldas (aunque siempre depende en última instancia del tamaño del cuadro) o bien hacer una a medida. Aplicado con estilo, este recurso suele dar muy buen resultado.
Cinta de doble cara
Se trata de unas cintas de velcro que se adhieren por sus dos lados, de tal forma que se pegan en la pared y, a su vez, al cuadro que desees. Pero ¡cuidado!, ten en cuenta que el cuadro no puede ser excesivamente pesado (como máximo, unos 6 kg aproximadamente) o, de lo contrario, cederá inmediatamente o, lo que es peor, cuando menos te lo esperes, con el correspondiente susto y/o rotura del cuadro. Evita también (en la medida de lo posible) pegar y despegar varias veces ambos lados de la cinta antes de colocarla definitivamente, ya que con ello se desgasta y pierde su propiedad adherente.
Cintas adhesivas antihumedad
Hay estancias ‘difíciles’ para colgar cuadros, principalmente el baño y la cocina, por la humedad que se genera en ellas. Por suerte, hay también cintas de doble cara antihumedad que te permitirán disfrutar de tus lienzos en ambas zonas.
Pasta adhesiva, para superficies ‘conflictivas’
Si la pared en cuestión es rugosa (dichoso gotelé…), la cinta adhesiva no funcionará. Para estos casos, está la pasta adhesiva, muy similar a la masilla, que también resulta ideal para superficies pintadas, baldosas, etc.
Baldas, el mar menor
Quizá tengas en casa alguna balda ya instalada en la pared, ya sea de madera, hierro o, en el mejor de los casos, de obra. Si es así… blanco y en botella, puedes colocar cuadros sobre ella (cuidado de nuevo con el peso de estos). Y si no, considérala un mal menor: mejor agujerear la pared para poner una balda y ubicar en ella varios cuadros que tener que hacer muchos orificios para cada uno de ellos.