Metidos ya de lleno en la temporada de otoño-invierno, no hay que olvidarse de proteger los muebles de teca que tengamos en balcón, la terraza o el jardín en los meses fríos que se avecinan con el objetivo de que no sufran más de la cuenta ni se deterioren por las inclemencias meteorológicas (lluvia, nieve, humedad, viento, sol, etc.).
En este sentido, si bien es verdad que los muebles de teca son, por las propiedades de este material, los más indicados para la zona exterior de la casa, cabe recordar que exigen un mantenimiento periódico. Lo ideal es llevarlo a cabo al menos una vez al año, preferiblemente en esta época, por motivos obvios.
Repasemos brevemente cómo proceder al mantenimiento de los muebles de teca:
1. Lijar la superficie: es recomendable lijar primero de toda la superficie de los muebles con el objetivo de abrir el poro de estos y facilitar así la penetración del producto que les aplicaremos después.
2. Limpiar: bastará con un poco de agua, jabón neutro (sin ingredientes químicos, perfumes ni colorantes) y un trapo y/o cepillo para limpiar la superficie lijada previamente.
3. Aplicar aceite de teca: después de dejar secar totalmente la madera y, ayudándonos de una paletina, aplicaremos aceite de teca por toda su superficie. Este tipo de aceite suele estar disponible en cualquier ferretería o tienda de bricolaje y es muy recomendable por su capacidad de hidratar y nutrir la madera de los aceites naturales que esta suele perder con el paso del tiempo, protegiéndola de la humedad y los rayos UV e impidiendo así que se ponga gris.
4. Retirar el exceso de producto: después de esperar durante 30 minutos para que la madera absorba bien el aceite, se recomienda quitar el exceso de producto (en caso de haberlo) con un poco de algodón o simplemente con un paño.
5. Aplicar una segunda capa: por último, es conveniente aplicar una segunda mano de aceite de teca y dejar que este se seque, esta vez ya de forma definitiva.
Como decimos, lo recomendable es realizar este mantenimiento al menos una vez al año, si bien es verdad que en el mercado actual hay aceites que, por su especial calidad y duración, nos permitirán dilatar esta tarea, haciendo que solo sea necesario llevarla a cabo cada dos años.
En cualquier caso, ya ves que no se trata de nada del otro mundo y, como dice el dicho, “una vez al año no hace daño”, ¿no crees? Todo sea porque nuestros muebles de terraza y jardín luzcan en todo su esplendor durante el mayor tiempo posible.