La isla de la cocina es una solución decorativa que nos ayuda a optimizar el espacio en dicha estancia y preparar las comidas con mayor comodidad. La isla puede ser una pieza fija o móvil que generalmente se ubica justo en el centro de la cocina, alejada de puertas y grandes ventanales que entorpezcan nuestro trabajo. De hecho, a la hora de instalarla, conviene dejar a su alrededor una distancia suficiente (aproximadamente un metro) que nos permita movernos sin problemas junto a ella y abrir fácilmente todos los cajones y armarios.
La isla también puede actuar como office, evitándonos así incómodos desplazamientos en las comidas diarias. De este modo los platos pueden servirse justo después de ser preparados y posteriormente recogerse con menos esfuerzo. Este espacio para comer puede estar a la altura normal de una mesa o en barra alta, opción para la que necesitaremos al menos un par de taburetes de bar. En ambos casos hay que cuidar minuciosamente el tema de las distancias, procurando que la cubierta sobresalga en la medida de lo posible o bien asegurándonos de que podemos acercar las sillas a la isla sin que el bajo de la pieza nos lo impida. Además, el office también resulta muy útil para los niños, que pueden hacer los deberes escolares mientras el padre o la madre preparan la comida o cena.
Lógicamente, si el tamaño de la cocina nos lo permite, lo mejor es instalar una isla amplia que abarque la mayor cantidad posible de funciones: lavado y preparación de alimentos, cocción, parrilla, etc. También es muy conveniente que incluya un espacio de almacenamiento para guardar ollas, sartenes, vajillas o incluso botellas de vino en pequeñas bodegas integradas. Las encimeras, por su parte, pueden estar hechas de diversos materiales, aunque predominan las de acero, madera y granito por ofrecer una excelente combinación de diseño e higiene.
Según nuestras necesidades y preferencias instalaremos o no enchufes para conectar pequeños electrodomésticos. Hacerlo puede suponer una ventaja añadida, pero también implicará tener que sortear algún que otro cable suelto. Mucho ojo con esto.
Por último, encima de la isla podemos instalar una campana (en caso de contar con zona de cocción o parrilla) o varias lámparas suspendidas que nos ofrezcan una iluminación extra mientras cocinamos, así como colgar nuestra colección de sartenes y ollas al más puro estilo estadounidense.
La isla de la cocina es, en definitiva, una magnífica solución para ganar espacio y dotar a nuestra vivienda de un aire fresco y actual.