Mudarse a un nuevo hogar siempre trae consigo una pega importante, más allá del ajetreo de la mudanza propiamente dicha, y es la inevitable sensación de sentirse fuera de sitio durante un buen periodo de tiempo. Tanto si se trata de una vivienda de alquiler como de una en propiedad, es difícil sentirla nuestra nada más llegar. Si te has cambiado recientemente de vivienda o tienes pensado hacerlo en breve, tal vez te vengan bien estos sencillos consejos ayudarte a adaptarte a esta lo antes posible y, en definitiva, a sentirte como en casa.
Coloca tus cosas lo antes posible
Parece una obviedad, pero una casa se convierte en un hogar con los pequeños detalles. Los artículos de menaje, tu ropa de cama, cojines, alfombras, artículos decorativos, fotos, etc. son el alma de un hogar. Por eso, y a pesar de que pueda darte cierta pereza al principio y tengas la tentación de retrasar esta tarea (más si tenemos que lidiar con otros asuntos relacionados con el cambio de vivienda), intenta sacar tus cosas y colocarlas en su sitio tan pronto como puedas. Y si por el motivo que sea has tenido que desprenderte de alguna de ellas, intenta buscarle, en la medida de lo posible, un sustituto.
Cubre los espacios vacíos
La presencia de espacios vacíos en una casa puede dar cierta sensación de desamparo y abandono. Intenta cubrirlos, ya sea con un pequeño mueble auxiliar, un jarrón de suelo o lámpara de pie o, en el caso de que esa sensación de vacío se produzca en una pared, con algún que otro cuadro o accesorio decorativo. Ojo, no hablamos de recargar la casa por encima de sus posibilidades al más puro estilo rococó, sino simplemente de intentar evitar la presencia de espacios vacíos y desangelados. No tengas miedo a ponerte artístico/a y dar rienda suelta a tu creatividad.
Cuida los aromas
Ya está más que demostrada la capacidad que tienen los olores para despertarnos todo tipo se sensaciones y recuerdos. Es probable que no sientas tu nueva casa como tuya debido al olor de esta, ya sea porque no se asemeja al de tu antigua vivienda o porque directamente no es muy agradable. Si notas un olor extraño en tu nuevo hogar, no te asustes y concéntrate en qué puedes hacer para mejorarlo. Acuérdate de ventilar la casa, sobre todo si viene de estar mucho tiempo cerrada, y piensa en la posibilidad de colocar algún ambientador que desprenda un suave y agradable aroma, así como velas o incienso.
Luces para crear ambiente
No hay duda de que la iluminación juega un papel fundamental en nuestro estado de ánimo, y todavía más si cabe cuando se trata de cómo nos sentimos en casa. Por lo tanto, no te conformes con las bombillas que trae la vivienda, ya que no suelen ser la panacea del confort. Opta mejor por aquellas que te ayuden a crear un ambiente relajado y acogedor en tu nuevo hogar, y aprovecha el poder que en este sentido te ofrecen las lámparas de mesa y de pie para formar ambientes agradables.
Crea nuevos recuerdos
A pesar de lo comentado hasta el momento, no conviene quedarse anclado/a en el pasado y vivir de los recuerdos. Un cambio de casa es la mejor excusa que se te puede presentar para desprenderte de las cosas innecesarias (cuyo transporte a la basura llevas aplazando desde hace tiempo). No te obsesiones con la idea de hacer una réplica de tu anterior vivienda y abre la mente ante esta fantástica oportunidad de mirar hacia el futuro. Y si tienes la ocasión, organiza una fiesta de inauguración, invita a algunos amigos y celebra este cambio como se merece. ¡Suerte!